Al Suroeste de Mallorca se encuentra la preciosa bahía de Palma, colindante con la capital del antiguo reinado. Casi la mitad de la población mallorquina vive en esta metrópolis, que combina con gracia y elegancia el encanto internacional con el caracter mediterráneo. Palma no es sólo la capital y centro cultural y económico de Mallorca, la isla más grande de las Baleares es también la capital de sus pequeñas hermanas Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera.
Palma es la ciudad de los contrastes: Por un lado una avanzada gran ciudad con gran animación en las calles, edificios representativos de multinacionales, así como atracciones turísticas de todo tipo. El continuo movimiento en las zonas residenciales y comerciales, así como la famosa vida nocturna le conceden a “la nueva Barcelona” un encanto inconfundible. Por otra parte, Palma cuenta con un maravilloso casco antiguo, que parece haber quedado intacto ante el boom inmobiliario y turístico.
Mientras tanto la vida cotidiana, tradiciones y costumbres de los mallorquines es cuidada con el mismo mimo que los preciosos monumentos de la herencia cultural mundial. La catedral, el Palacio de la Almudaina y la residencia de veraneo del rey español, Don Juan Carlos, son sin duda el centro de atención de la ciudad.
El aeropuerto de Palma se ha convertido en los últimos años en el punto neurálgico de Europa. Además, las líneas aéreas de bajo coste han incluido Palma entre sus rutas aéreas, de tal manera que de forma rápida y eficaz se puede llegar a la isla por un precio muy asequible. Esto le permite pasar el fin de semana con toda espontaneidad en su segundo domicilio, lejos del estrés.